Historia

Orígenes de una Peña Taurina

El grupo mayoritario de los fundadores de la peña El Quite eran miembros de la peña La Alegría. Una más de las asociaciones festeras que van a los toros, cada vez en menor número, como cuadrillas de una charanga musical y una pancarta en respetuosa y ordenada formación de a dos. También suelen recorrer algunas calles de la ciudad con su música en plan de animadores. En la plaza de toros ocupan tendidos de la solanera y lo pasan muy bien con sus botas, a veces meriendas y hasta bailes.

En estas cuadrillas charanguistas siempre hubo señalados taurinos y en el caso que nos ocupa, se escindieron del grupo de blusas para enfocar sus inquietudes taurinas con más intensidad. La decisión de crear una agrupación taurina la tomaron en la noche del 10 de mayo de 1983 en el bar «La Cazuelita» que estaba en la Calle Marqués de San Nicolás, 126. La conocida Calle Mayor de Logroño. Los asistentes decidieron formar la peña taurina «El Quite» y prepararon los estatutos copiando los de la peña logroñesa «Julio Robles», hace años desaparecida oficialmente. El 10 de junio de 1983, en el comedor de Cocina Económica, se comunicó a los informadores taurinos la creación de la peña.

El día 24 de agosto de 1983, la Delegación General del Gobierno de La Rioja sellaba y entregaba a la nueva peña taurina el Libro de Registro de Asociados para que en él figuraran sus nombres, apellidos, profesión y domicilio y la puntualización de especificar aquellos que ejerzan cargos en la asociación. Pedro Muro Herce fue el presidente, Jesús Trapero Santolaya el vicepresidente, Fernando Barbero Oliván el secretario, Julián Martínez Pancho el tesorero, Jesús González Ocón el relaciones públicas y Ángel Gonzalez Terroba se ocupaba de las relaciones taurinas. Con la misma fecha se entrega el Libro de Actas de la asociación para que allí constaran las reuniones con el número de asistentes, asuntos tratados y otros detalles.

El primer domicilio social fue el bar «La Cazuelita» junto al cual se encontraba el taller de ebanistería de Moisés García Barreras, «El Chispas», regentado por su hijo Fernando García Santolaya, quién esculpió en madera el escudo de El Quite.

Continuará…

Adaptación del libro: «El Quite: 25 años con la Fiesta de Toros», de Pedro María Azofra

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